- Del 5 al 12 de abril.
- La Semana Santa de Villanueva de Córdoba es uno de los acontecimientos populares que viven con intensidad todos los "jarotes".
- En ella se recuerda la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
- Es una manifestación religiosa y de culto externo arraigada en las gentes sencillas de este pueblo de Los Pedroches, que lleva la impronta secular de la historia con la procesión de la Noche de las Velas el Viernes de Dolores y la oficialidad del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad en la tarde-noche del Viernes Santo; o el surgir de Cofradías y Hermandades, nacidas al amparo de la fundación de las nuevas Parroquias de Cristo Rey y San Sebastián (1954).
- Imágenes de Cristo triunfante en "La Borriquita" y sufriendo los tormentos de la Pasión: Cautivo, Amarrado, con Cruz a cuestas, Crucificado, Expirante o Muerto y Resucitado.
Imaginería de la segunda mitad del siglo XX, salida de los más prestigiosos imagineros de la época. Y en segundo paso, la Virgen bajo palio o sin él, en las advocaciones de La Paz, Esperanza, Dolores, Soledad y Alegría, letanía popular de nombres que representan el amor y el cariño que sienten los Cofrades por María.
- Las cofradías procesionan todos los días desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección.
- La Semana Santa jarota es una realidad con más solera año tras año, en la que participa el pueblo y especialmente la juventud, artífice en gran parte de esta expresión de luz, de flores, de aromas, de música, de silencio... que llena cada atardecer las calles de nuestro pueblo.
COFRADÍA GENERAL DE SEMANA SANTA
* La Cofradía General tiene, entre otras, la tarea de coordinar, programar, organizar y realizar, junto con todas las parroquias de Villanueva, asuntos comunes como son: el Pregón, la edición del cartel, el libro de actos y cultos.
* La Semana Santa, como su nombre indica, se corresponde con una semana al año que va del Domingo de Ramos al Domingo de Resurrección, pero para muchas personas, esa semana es el motor de todo el año, viven, se reúnen y sueñan en función de esos días.
* El mundo Cofrade hace posible que cada año desfilen por nuestras calles imágenes de Jesús en la Borriquita o Jesús Cautivo, la Virgen de los Dolores o Nuestra Señora de Paz. Ese puñado de hombres y mujeres, que desde la fe, se esfuerzan año tras año para deleitarnos con esa mezcla de todas las bellezas posible: la música, las flores, las imágenes... todo un conjunto de esfuerzos se aúnan para que gocen nuestros ojos y nuestro corazón. Realmente es de admirar y de agradecer.
* La gran mayoría de nosotros no estamos directamente implicados en ese mundo de cofradías y sin embargo, al llegar Semana Santa nos sentimos convocados e invitados. Es como si un fuerte impulso nos llevara a la calle e hiciera surgir en nuestros corazones una emoción extraña a la que no estamos acostumbrados.
* La Semana Santa se convierte así para todos como en una catequesis sensorial que nos acerca a los Misterios de la Pasión del Señor. Y año tras año niños, jóvenes, adultos, personas de toda condición e ideología se alinean en las aceras y esquinas de nuestro pueblo para contemplar con respeto el paso acompasado del Nazareno cargado con la cruz, siempre acompañado por su bendita Madre y por un cortejo de nazarenos que en silencio hacen con devoción su recorrido.
* Después de muchos siglos de historia, esta muestra de religiosidad popular sigue moviendo los corazones de las gentes de buena voluntad y sigue siendo un espacio donde todos pueden tener cabida. Con el paso del tiempo las Hermandades y Cofradías han ido evolucionando y en este momento tienen su peso en la vida de la Iglesia, no sólo para hacer posible lo que conocemos como Semana Santa, sino también como una forma de ejercer de manera más activa la propia fe y el compromiso por ayudar a otros, ya que la mayoría de las hermandades tienen sus proyectos de solidaridad y ayuda al necesitado.
* La religiosidad popular es un valor en bruto en nuestra Iglesia de cara a los nuevos tiempos. Las hermandades tienen el gran compromiso de que esta religiosidad nos vaya llevando hacia un compromiso serio por Cristo haciéndolo presente en la sociedad. Para ello es necesaria una labor conjunta con las parroquias y otras comunidades cristianas, sintiéndose Iglesia, demostrando que los cofrades además de sacar pasos a la calle o vivir una religión de sentimientos, son capaces de llevar la esperanza del Evangelio de Cristo a la vida del pueblo que sufre y reza ante el paso de las imágenes.